Ambiente obesogénico
Quizás nunca hayas oído este concepto, pero hay que tener muy en cuenta el ambiente en el que se desarrollan los hábitos -alimenticios y de actividad física- y en el cual pretenden modificarse para conseguir una vida más saludable.Se trata del ambiente obesogénico.
Se entiende como ambiente obesogénico “la suma de las influencias que el entorno, las oportunidades o las condiciones de vida tienen en la promoción de la obesidad de los individuos o de las poblaciones”. Es decir, el lugar donde vivimos, el ambiente que nos rodea, las influencias que tenemos, la gente con la que estamos, la escuela, la familia…todo ello son factores de nuestra vida que acaban creando un ambiente más o menos propicio para la aparición de la obesidad.
Sería un error considerar que la obesidad es un problema individual, que solo afecta a una persona. Desde nuestros blogs siempre hemos insistido en la importancia de abordar el tema de la obesidad con el apoyo de un círculo de personas cercano, ya que si el ambiente te favorece y te anima a un cambio de hábitos, será más sencillo lograrlo.
La escuela, la familia, el trabajo e incluso la ciudad en la que vives. Todos ellos forman parte del ambiente obesogénico en el que uno se encuentra.
Macro ambiente obesogénico:
Entendemos como macro entorno la sociedad, la ciudad y la época en la que vivimos actualmente. Estamos hablando de una constante urbanización, donde las ciudades están hechas para que nos movamos en transporte. De trabajos sin apenas tiempo para comer, y menos hacerlo de forma sana. De un dominio de nuevas tecnologías como internet o la televisión que invitan al sedentarismo.
Micro ambiente obesogénico:
Consideramos que es el ambiente que más repercusión tiene en la aparición de la obesidad ya que es el ambiente que te rodea durante el día a día. Es el contexto en el que te educas y creces. Es el ejemplo que recibes en casa.
Se considera que el micro ambiente lo forman la escuela a la que van los niños, el hogar y el trabajo. Hablamos de la escuela porque los niños y adolescentes son los más vulnerables a los efectos de un ambiente obesogénico. Por eso es importante que en la escuela fomenten las actividades físicas, así como que cuiden la alimentación y ya de paso conciencien de la importancia de crecer sano y de los peligros de la obesidad.
Lo mismo sucede en casa, el ejemplo que reciben los niños por parte de las figuras paternas es quizás el más importante para los hábitos que van a adquirir mientras aún son pequeños. Dieta equilibrada, sana, con buenos hábitos alimenticios son vitales para que el niño no empiece con problemas de sobrepeso desde bien pronto.
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