Tipos de obesidad y su tratamiento
No todas las personas que presentan un problema de sobrepeso tienen el mismo tipo de obesidad.
Además de las diferentes categorías de obesidad existentes en función del IMC (Índice de Masa Corporal), se puede decir que existen diferentes tipos de obesidades determinadas por las zonas del cuerpo donde se almacena el tejido graso.
De este modo podríamos clasificar los diferentes tipos de obesidad en:
. Obesidad Metabólica Aterógena:
Es aquella que se concentra en la zona del abdomen. De este modo, el abdomen toma aspecto de “pelota hinchada”. El tejido adiposo se acumula en la zona intraabdominal lo que hace que aumente el volumen abdominal y se dilate la pared del abdomen haciendo que “salga hacia fuera”.
El exceso de consumo de calorías, grasas y un consumo excesivo de alcohol son los principales motivos por los que se origina este tipo de obesidad. Suelen ir acompañado de otros síntomas asociados a la obesidad como la dificultad para respirar, somnolencia (apnea del sueño) y un excesivo aumento de la temperatura corporal y la sensación de calor después de las comidas.
Este tipo de obesidad se da mayoritariamente entre hombres.
Controlar y limitar la ingesta de calorías y el cambio de hábitos alimenticios son clave para poner fin a este tipo de obesidad. Técnicas como el Balón Intragástrico o el Método Pose que provocan una temprana sensación de saciedad en el paciente haciendo que éste ingiera menores cantidades de alimentos son el primer paso hacia el cambio de hábitos necesario para perder peso.
. Obesidad Alimentaria:
Se trata de una obesidad más generalizada que se reparte por todo el cuerpo pero a diferencia de otros tipos de obesidad no se suele concentrar en cadera y piernas. Una característica de este tipo de obesidad es la acumulación de grasa alrededor del cuello lo que se conoce habitualmente como “papada”.
Para este tipo de obesidad, el cambio de hábitos alimenticios es clave pero suele funcionar muy bien la práctica de ejercicio físico. Lo habitual es que de inicio la persona con sobrepeso no se sienta motivada para practicar actividad física por lo que el perder peso inicialmente ayuda a sentirse motivado para la práctica deportiva. El entrenamiento HIIT (de alta intensidad concentrado en un periodo breve de tiempo- 30 minutos) es muy efectivo a la hora de lograr bajar el porcentaje de grasa visceral, por lo que perdiendo algo de peso inicialmente con técnicas como el Balón Gástrico o Método POSE, vigilando la alimentación y poniendo énfasis en la práctica de ejercicio se pueden conseguir buenos resultados en cuanto a pérdida de peso.
. Obesidad Glútea:
Un tipo de obesidad que se da principalmente en mujeres. Es la típica acumulación de grasa en la zona conocida como “cartucheras”. La grasa se acumula principalmente por encima de las rodillas y hasta la cintura. Los malos hábitos alimenticios, el consumo de tabaco y alcohol y el sedentarismo son los principales culpables de este tipo de obesidad que puede empeorar por desajustes hormonales de etapas de la salud femenina como la pubertad o menopausia.
Unos buenos hábitos alimenticios y la práctica de actividad física especialmente diseñada para quemar la grasa acumulada en esa zona, son los mejores aliados contra este tipo de obesidad.
. Obesidad por sedentarismo:
Se acumula también en la zona abdominal pero a diferencia de la obesidad aterógena (barriga), este tipo de obesidad es más generalizada, podríamos decir que es el típico “flotador” alrededor de la cintura. De nuevo los hábitos alimenticios pero en especial el sedentarismos y los largos periodos de inactividad son los culpables de este tipo de obesidad.
En cualquier caso y sea cual sea el tipo de obesidad, la creencia popular de que “haciendo dieta, comiendo menos” se conseguirá eliminar esa grasa acumulada no es cierta. No se trata de comer menos sino de comer lo justo y necesario acorde a nuestro consumo de calorías. También se trata de comer bien, con unos buenos hábitos alimenticios, repartiendo las consumidas calorías en mayor cantidad de ingestas repartidas a lo largo del día (cinco comidas al día) para evitar llegar a la siguiente con comida con ansiedad. Esto unido al incremento de gasto calórico (quemar más calorías practicando actividad física) es la clave para conseguir perder peso.
Para muchas personas ambas cosas son complicadas sin la ayuda de “un primer empujón” (que podría ser el balón gástrico, el método POSE o en casos de obesidad más grave el Bypass gástrico externo) que te permita perder peso de inicio, y sin la ayuda después de un buen equipo de profesionales médicos que sepan reconducir tus hábitos y te ayuden a conseguir cambiarlos.
Nuestro equipo médico está formado por diferentes especialistas (medicina general, especialistas en aparato digestivo, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas, coach, entrenadora deportiva, etc..) que te ayudarán a conseguir acabar con ese problema de obesidad.
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