10 cosas que quizás no sepas que influyen en la obesidad

La propensión genética, los hábitos de estilo de vida, causas fisiológicas, psicosociales, …. son muchos los motivos que llevan a padecer un problema de obesidad. Sin embargo, al margen de estas principales causas, diferentes investigaciones han demostrado que existen algunos factores que influyen a favor o en contra del sobrepeso, como por ejemplo:

Las comidas familiares: Las comidas familiares pueden proteger de la obesidad y el sobrepeso. El motivo es que durante mismas se establecen conexiones emocionales entre los miembros de la familia y la comida suele ser más saludable y menos procesada. Al menos esta fue la conclusión de un estudio de las universidades de Minnesota y de Columbia (Estados Unidos) publicado en Journal of Pediatrics .

Hermanos y amigos gorditos. Tener un hermano con obesidad duplica su riesgo de serlo (más que si lo es el padre), y la posibilidad aumenta si además el hermano es mayor y del mismo sexo, según un estudio publicado en American Journal of Preventive Medicine. Algo similar ocurre con los amigos. Diferentes estudios han llegado a la conclusión de que el exceso de kilos se contagia, tal y como mencionó el doctor David Shoham, de la Universidad de Loyola en Chicago, en un estudio sobre 1.800 adolescentes (PLoS One). La buena noticia es que la delgadez también se “contagia” y si tus amigos están delagados tienes un 40% más de posibilidades de reducir su peso.

El año de nacimiento. Existe una conexión entre una variante en el gen FTO y el año de nacimiento que predispone a la aparición de obesidad, una correlación que es el doble de fuerte entre los nacidos después de 1942. No existe una razón clara para esta relación entre el año de nacimiento y la predisposición a la obesidad pero según los científicos que llevaron a cabo esta investigación en Hospital General de Massachusetts, el desarrollo tecnológico posterior a la Segunda Guerra Mundial es lo que puede explicar esta asociación.

Las bacterias intestinales. En el aparato digestivo se encuentran millones de microorganismos y si entre ellos hay bacterias de la familia Christensenellaceae mejor ya que  protegen del aumento de peso (Cell). Si bien este microorganismo se hereda, su hallazgo ha supuesto el poder investigar sobre tratamientos probióticos personalizados contra la obesidad.

El trabajo nocturno. Trabajar de noche engorda dado que se altera el ritmo circadiano. Nuestro cuerpo está programado para dormir de noche y vivir de día. El trabajar de noche provoca una disminución del gasto energético diario total lo que lleva a que sea más fácil engordar según concluyeron Lcientíficos del Instituto Médico Howard Hughes (Texas), y recogido en la revista científica PNAS.  

Dormir poco. En este blog hemos hablado en varias ocasiones de la conexión entre dormir poco y engordar. El sueño desempeña un papel relevante en el metabolismo energético, de este modo cuando dormimos menos comemos más y a la inversa: Según una investigación publicadaen American Journal of Clinical Nutrition dormir más se asocia a un menor índice de masa corporal (IMC) y una mejor alimentación.

Contaminantes ambientales. Determinados contaminantes ambientales algunos de los cuales llegan a través de los alimentos se acumulan en el tejido graso de las personas, favoreciendo el desarrollo de obesidad y el aumento del colesterol en la sangre, según una investigación de la  Universidad de Granada publicada en  Enviromental Pollution.

Ver la televisión y dormir con la tele u ordenador encendidos. Estar más de dos horas frente al televisor si se repite durante todos los días, incrementa en  un 23% el riesgo de obesidad según un informe de la Universidad de Harvard. Además dormir con la tv u ordenador encendida también influye. La exposición a la luz artificial durante la noche mientras dormimos  hace disminuir los niveles endógenos de melatonina, una hormona que ayuda a regular los ritmos circadianos y nos protege de alteraciones metabólicas que provocan obesidad y diabetes.

El estrés postraumático. “Las mujeres que sufren estrés postraumático cogen peso más rápidamente y son más propensas a desarrollar obesidad según un estudio de las universidades de Harvard y Columbia, publicado en Archives of General Psychiatry.

La depresión y la ansiedad. Más de la mitad de las personas reacciona al estrés comiendo y además comiendo peor, es decir ingiriendo alimentos ricos en azúcares y grasas.

Como vemos son muchos los factores a tener en cuenta para tratar un problema de sobrepeso y obesidad por ello la ayuda de especialistas para abordar diferentes aspectos relacionados con los hábitos alimenticios y de estilo de vida es fundamental para conseguir vencer el problema de la obesidad.