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La cirugía de la obesidad no es la cura para todos los tipos de obesidad

Este es el título de un artículo publicado en el periódico inglés The Guardian, un artículo escrito por una especialista en el tratamiento de la obesidad que a su vez fue intervenida hace catorce años de obesidad mediante cirugía* y que reflexiona si la cirugía de la obesidad es la cura apropiada para todos los tipos de obesidad así como si el hecho de cambiar los requisitos para que más británicos accedan a un tratamiento de la obesidad es la solución a la epidemia actual. 

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El artículo resulta interesante por algunas reflexiones de la autora, en especial aquellas que hacen referencia a que el tratamiento de  la obesidad no se basa en una “mágica intervención” que lleve a la pérdida de peso sino que el proceso de perder peso y adaptarse a ese nuevo “yo” es un camino más largo y complejo de lo que pensamos.

Es por ello que las técnicas endoscópicas- no mencionadas en este artículo- son opciones efectivas que buscan acompañar al paciente en ese camino de cambios, evitando los riesgos de la cirugía y posicionándose en una opción intermedia entre dietas fallidas y cirugías que modifican la anatomía del paciente.

Además hace hincapié en que el tratamiento o la técnica escogida es sólo un elemento o un enfoque de los muchos que deben tenerse en cuenta para tratar la obesidad (reeducación alimentaria, soporte psicológico, deporte, etc…) algo en lo que se basan los tratamientos endoscópicos de la obesidad, es decir, en que el tratamiento es la propia técnica más el trabajo de seguimiento y apoyo de un equipo multidisciplinar de profesionales que ayudarán al paciente a hacer ese largo y a veces complejo camino hacia el cambio.

Os dejamos con una resumida traducción y adaptación del artículo, si bien el texto original puede verse en este link

“Probablemente soy una de las pocas personas en Reino Unido, que es a la vez un paciente bariátrico y  profesional  especializado en el campo de la cirugía de la obesidad. Hace catorce años fue cuando mi  talla llegó a ser una 32 (el equivalente en España sería una 58/60) y cuando el trabajo y las tareas diarias – incluso entrar y salir de la bañera -eran todo un reto. Desarrollé tácticas de evasión para minimizar la incomodidad física en determinadas situaciones, el sudor, el dolor o la dificultad para respirar en otras. Ir al supermercado suponía dejar el coche aparcado cerca de la entrada más cercana posible y utilizar un carro que utilizaba como soporte para apoyarme en él. Además en aquella época no era posible comprar ropa online como ahora y las opciones para mi talla eran muy limitadas. Fue entonces cuando decidí operarme de obesidad,

Un nuevo proyecto de  NHS (Sistema Nacional de Salud en UK)  sugiriere que la cirugía bariátrica pueda  ponerse a disposición de 800.000 personas adicionales para ayudar a resolver el creciente problema de la diabetes tipo 2 proponiendo la reducción del umbral para  los candidatos a la cirugía de la obesidad. Esto significaría que los diabéticos tipo 2 con un IMC de 30, en lugar de 35, serían potencialmente elegibles.

Después de haber perdido peso con la cirugía bariátrica, se podría esperar que  estuviese a favor de ella  pero la duda que tengo es ¿qué problemas resolverá esta medida? ¿Va a abordar la cuestión social y cultural de los alimentos y la comida basura? Es muy poco probable que frente a las tácticas de marketing insistentes de las grandes empresas esto sea así.¿Va a hacer frente a por qué algunos de nosotros estamos muy orientados a utilizar la comida y a comer como recompensa o a aprovisionarnos  de porciones excesivamente grandes de alimentos? ¿Van a dejar de lanzarse productos con alto contenido en grasas?

Salga a caminar y observe cómo nos influyen algunos factores evidentes y subliminales relacionados con la alimentación y el estilo de vida. Tenemos que cambiar nuestra cultura.

Aquellos que hemos pasado por una cirugía de la obesidad nos damos cuenta que  ni el proceso quirúrgico ni  la pérdida de peso ofrecen una solución simple. La cirugía no cura la diabetes, aunque podría causar la remisión. La cirugía no cura la artrosis, algo casi garantizado en las personas que previamente han sufrido sobrepeso.

Cuando entré en el mundo- por aquel entonces prácticamente desconocido- de la cirugía de la obesidad tuve la ingenua creencia de que la cirugía sería una manera fácil, sencilla, rápida y permanente para estar delgada. Yo estaría dormida y despertaría como una nueva persona que reduciría rápidamente el peso ya que sería incapaz de comer o no querría comer mucho.

Me ha llevado más de 40 años volver a la  forma y peso anterior a mi obesidad. Habían muchas  otras razones por las que elegía la comida como “medicamento”  para tratar mi ansiedad. En ese momento yo no tenía conocimiento del proceso psicológico, emocional, físico y práctico que seguiría a la cirugía. Yo sólo quería ser delgada – y dos años después de mi cirugía había perdido 59 kilos.

Tratar la obesidad con Balón Intragástrico

La cirugía para adelgazar cambia la anatomía interna, pero no se puede pasar por alto los comportamientos aprendidos anteriormente. Mi peso no fue el resultado de estar atado y alimentado a la fuerza; Elegí comer como una forma de auto-consuelo, automedicación y  placer. En realidad yo creía no comer grandes cantidades de comida y me negaba a aceptar la responsabilidad de cuidar mi  cuerpo  evitando  hacer ejercicio, cocinando y comiendo importantes cantidades de comida sintiendo que como  ya era gorda,  no valía la pena dedicarme tiempo a mí.

Para mantener o lograr un peso saludable, la cirugía tiene que ser uno de una serie de enfoques (pero sólo uno) junto con otros como el yoga, pilates, coach,  terapia personal, revisión de nutrición, tratamiento otros problemas médicos, etc.. Para mí, el proceso ha involucrado principalmente aceptar la responsabilidad que tengo de cuidar de mi salud y bienestar.

Luego una vez cambia el peso  hay cosas nuevas con las que lidiar. Mi piel se volvió demasiado “sobrante” y era mi responsabilidad  elegir si hacer algo al respecto o no. El NHS puede ser capaz de financiar la cirugía plástica reconstructiva después de una lesión o enfermedades congénitas, pero es muy poco probable que financie la eliminación de la piel sobrante después de la cirugía de la obesidad.

Para hacer que las intervenciones de cirugía de la obesidad sean una opción válida  para más personas, el NHS tendrá que cambiar. Incluso ahora, las personas que cumplen con los requisitos no son capaces de acceder al enfoque multidisciplinario necesario para  que esta cirugía sea un éxito. No hay financiación suficiente, muy poco personal debidamente capacitado, departamentos de psicología que están sobrecargados o son simplemente incapaces de trabajar uno a uno por más de un número limitado de sesiones. 

Además , cualquier tratamiento que se incluye en un sistema de salud financiado por el Estado significa tomar decisiones difíciles. ¿elegir entre una abdominoplastia o un injerto de piel para un niño que ha sufrido quemaduras?

Afortunadamente la  propuesta es actualmente un proyecto de documento ya que seguramente no se han tenido en cuenta conceptos como el coste a la  atención posterior a largo plazo para los pacientes quirúrgicos, el coste de re-operaciones, etc…  

Los EE.UU. se enfrenta el mismo dilema y pronostica que la diabetes tipo 2 y los costos resultantes aplastarán el sistema, como se predijo en el Reino Unido. Se ha utilizado la cirugía de la obesidad más ampliamente que  en Gran Bretaña durante años pero ¿Realmente ha ayudado?  

¿Lo haría de nuevo? Ha sido un viaje duro. Aprender a ser una persona en un cuerpo “normal” ha sido interesante. He tenido el asesoramiento y aporte terapéutico. He pagado todo de principio a fin, y estoy muy contenta de que lo hice cuando lo hice.

Mientras paseo el perro cuatro o cinco kilómetros al día, pienso en el tiempo que me ha llevado todos estos años “salir” del modo de pensar que tiene una persona que padece obesidad. Puedo hacer kayak, disfrutar de la vida y la comida más que nunca.

Paradójicamente, al no haber sido diabética cuando tuve la cirugía, puedo ser prediabética ahora. No tengo ningún “derecho” a ser delgada. Acepto que puedo recuperar algo de peso y  sólo yo debo lidiar con eso. No hay ninguna hada madrina agitando su bisturí mágico para mí  que me lleve a ser delgada de un día para otro.

A este artículo podría añadirse que la mejor forma de evitar la obesidad es poniendo medidas antes de que la obesidad sea una obesidad grave. Nadie pasa de un día a otro a ser obeso, antes hay unos kilos de más, un sobrepeso, una obesidad leve o moderada hasta llegar a niveles de obesidad grave. Técnicas como el balón intragástrico han demostrado ser efectivas en estadios previos a la obesidad facilitando la “reeducación alimentaria” del paciente y evitando que siga avanzando hasta nuevos IMC más peligrosos para su salud.

*Se considera cirugía de la obesidad todas aquellas técnicas que implican una intervención quirúrgica: bypass gástrico, gastrectomía vertical (tubo gástrico, manga gástrica), cruce duodenal, derivación biliopancreátrica y banda gástrica.

 

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