Hábitos alimenticios que predisponen al sobrepeso y la obesidad
Unos malos hábitos alimenticios y una vida cada vez más sedentaria son los dos principales pilares de lo que ya se conoce como la epidemia del Siglo XXI: La obesidad, una enfermedad que afecta a aproximadamente un 19% de la población española y el sobrepeso- antesala de la obesidad- que afecta a un 62,3% de la población masculina adulta y el 46,5% de la femenina.
Si bien el sobrepeso y la obesidad pueden deberse a otros factores, el motivo principal de es un desequilibrio entre lo que ingerimos a nivel de calorías y lo que gastamos. En esta balanza entre ingestión y consumo de calorías, los hábitos alimenticios juegan un papel fundamental no en vano la mayoría de personas con sobrepeso/obesidad tienen unos hábitos alimenticios similares.
Según un estudio interno realizado por nuestro equipo médico entre nuestros pacientes, estos son los principales hábitos alimenticios de las personas con sobrepeso y por lo tanto hábitos que nos llevan a engordar:
El primer dato del estudio que llama la atención es que el 46% de las personas reconocieron tener síntomas de ansiedad con respecto a la comida y 8 de cada 10 afirmaron picar entre horas para calmar esta ansiedad.
• Consumo no equilibrado de alimentos
En relación a alimentos más consumidos por las personas con sobrepeso participantes en el estudio, los datos demostraron que prácticamente el 80% apenas consume verduras, frutas, hortalizas y legumbres, alimentos básicos en una dieta saludable.
Por contra, los alimentos más habituales que dicen consumir estas personas son carbohidratos de absorción rápida -azúcar, refrescos- y platos precocinados.
• Poco consumo de agua y excesivo consumo de refrescos
Un 54% de los pacientes afirmaron que apenas beben agua a diario, mientras que sí consumen y en exceso, bebidas tipo refresco.
• Incorrecto Reparto de Alimentos durante el día
El no desayunar o desayunar poco es otro de los hábitos alimenticios que se repiten entre personas que padecen un problema de sobrepeso. Según el estudio realizado, el 36% de los encuestados no desayunan mientras que de los que sí lo hacen, el 85% toma un desayuno incompleto.
Un equilibrado y correcto reparto de alimentos a lo largo del día en función de lo que vayamos a consumir es fundamental para evitar el sobrepeso, entre otros motivos porque evitará que se llegue a la siguiente comida con una sensación de ansiedad que nos lleve a comer más de lo necesario.
De los encuestados que afirmaron picar entre horas (un 80%), el 78% de ellos lo hace principalmente en la franja horaria de la tarde-noche. Picar entre horas normalmente va relacionado además, con consumir alimentos con una gran cantidad de calorías, algo que repercute de forma muy negativa en el peso del paciente. De este modo otro patrón común en personas con problemas de obesidad es el aumento de la ingesta de alimentos conforme va avanzando el día, siendo la última hora del día, el momento en el que más alimentos ingieren.
• Genética y Estilo de vida:
Como se indica al inicio de este artículo, el sobrepeso depende de varios factores y uno de ellos puede ser la herencia genética. En el estudio se observó que el 73% de los pacientes con sobrepeso tenían antecedentes familiares con obesidad.
Aún y así no se puede asignar toda la responsabilidad a los genes puesto que lo más probable es que en la familia existan unos hábitos alimenticios y de estilo de vida que favorezcan el sobrepeso y que por lo tanto el hecho de que varios miembros de la familia tengan un exceso de peso no se deba a una razón genética sino conductual.
• Sedentarismo
Un dato destacable y prácticamente común a todos los encuestados es que el 80% reconocieron no practicar ningún tipo de actividad física con asiduidad. Si se quiere dejar atrás los problemas de sobrepeso u obesidad, además de una buena dieta se ha de incorporar la realización de deporte o la práctica de algún ejercicio- aunque sea caminar a buen ritmo- en la rutina semanal.
• Trastornos anímicos:
El 23% de los pacientes participantes en el estudio ha vivido algún periodo de depresión a lo largo de su vida. Este dato confirma que la obesidad es una enfermedad crónica que no solo repercute en la salud física, si no que afecta a la salud emocional y a la calidad de vida pero también a la inversa.
A menudo las personas con sobrepeso tienen síntomas de depresión (tristeza, pérdida del estado de ánimo, pérdida de interés en las cosas, la falta de energía vital, etc.) y la comida funciona como refugio y como recompensa de modo que puede acabar por darse un círculo vicioso depresión-ansiedad-comida-sobrepeso/sobrepeso-depresión-comida- del que puede ser difícil salir sin la ayuda de profesionales.
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Por lo tanto para evitar el sobrepeso y la obesidad es necesario evitar todo aquello que sabemos predispone a los kilos de más. Como parece fácil pero no lo es, la ayuda de herramientas externas (tratamiento + seguimiento médico) que permitan ir cambiando poco a poco cada uno de estos hábitos es imprescindible para progresar en el cambio.
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Por ejemplo, controlar la ansiedad: Si empezamos por aquí el sentirse saciado es un buen comienzo. Algo que se consigue con el Balón Intragástrico o con el Método POSE.
El evitar el sedentarismo no es tan sencillo si nos sentimos pesados y nos cansamos fácilmente, sin embargo cuando ya se ha perdido algo de peso con el tratamiento, la motivación y las sensaciones que se viven en torno a esa pérdida de peso inicial (sentirse más vital, con más energía..) harán que nos sea más fácil movernos y plantearnos actividades que antes eran impensables.
Por último los trastornos anímicos dejarán de ser algo que nos impulse a comer más, puesto que la pérdida de peso inicial favorece un mejor estado anímico.
En definitiva los factores rara vez actúan por separado por lo que es un proceso, un camino de cambios que hay que realizar poco a poco -con la ayuda del equipo médico + tratamiento- hasta llegar a modificar nuestra actitud ante la comida y ante la vida.
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