La Mujer Trabajadora debe cuidar sus hábitos alimenticios
Hoy 8 de marzo se celebra el día mundial de la mujer trabajadora dedicamos este artículo al cambio de hábitos que ha habido en las últimas décadas, en parte debido a la falta de tiempo de muchas mujeres para las que la conciliación laboral y familiar es todo un reto.
Y es que una jornada laboral puede ir relacionada con una agenda más apretada y dejar menos tiempo para la planificación de una dieta sana y equilibrada. Sin entrar a valorar las copiosas comidas de negocios o los malos hábitos alimenticios de muchas trabajadoras que se conforman con algo de comida rápida o comida precocinada (no siempre saludable) para poder seguir trabajando. Así mismo es importante mantener el equilibrio en el consumo de calorías durante todo el día con lo que queremos recordar que es importante tomar un tentempié sano a media mañana durante la jornada laboral.
Si una mujer descuida estas claves puede empezar a adquirir algo de sobrepeso y al estar tan concentrada en su trabajo no ser consciente de cómo repercuten los hábitos alimenticios en su salud. La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) publicó un informe en el que determina que el 81% de las mujeres trabajadoras fracasa en su intento de perder peso haciendo dieta.
Una dura jornada de trabajo puede desembocar en malos hábitos alimenticios, pero trabajar no es una excusa para no cuidarse.
Y el principal motivo que dan para explicar este porcentaje es que la obesidad es una enfermedad crónica que para poder superarla conlleva un cambio en los hábitos de vida que hay que mantener en el tiempo. Algo difícil si el trabajo ocupa toda tu atención y además te roba tiempo para organizar una dieta saludable o para realizar actividad física.
Así pues es necesario un ejercicio de concienciación para poder realizar un cambio de hábitos saludables que sean compatibles con el trabajo. Por ejemplo: Si se puede ir a comer a casa y en compañía, mejor, ya que es posible que comas alimentos más sanos y al hacerlo en compañía lo haces de forma más relajada y despacio. Si comes en la oficina, intenta no abusar de la comida rápida o precocindad, y tómate tu tiempo para realizar la comida del día. Comer deprisa no es bueno. Además, intenta encontrar un momento del día para realizar algo de deporte, aunque sea caminar durante 30 minutos, ya que sino nunca consumirás las calorías adquiridas.
La motivación es lo más importante para conseguir este cambio de hábitos alimenticiosy si lo consigues tu estado de ánimo aumentará y con ello tu rendimiento en el trabajo. Trabajar y mantener una alimentación saludable es compatible.
Si tienes dudas sobre cómo debería ser una dieta equilibrada que a la vez te ayude a mantener un peso saludable no dudes en contactar con nuestros especialistas en nutrición.
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