Mitos sobre la reducción de estómago
La obesidad constituye un grave problema de salud y afecta sobremanera la calidad de quienes la padecen.
Para algunas personas es demasiado tarde y deben recurrir a la cirugía. El exceso de peso afecta al 52,7% de los adultos españoles y la obesidad al 15% de la población española mayor de 18 años.
En aquellos casos en los que tratamientos como las dietas, o balón intragástrico etc.. no han dado resultado es necesario recurrir a técnicas más especificas que permitan tratar a aquellos pacientes que padecen obesidad grave ( por lo general a partir de un IMC de 34,9 se considera obesidad grave).
Repasamos algunos “mitos” sobre la reducción de estómago-
Mitos sobre la reducción de estómago:
- Solución “definitiva”:
La reducción de la capacidad del estómago por sí sola no es la solución definitiva. Aunque obviamente ayuda y es necesaria en el proceso de pérdida de peso, la clave para la pérdida de peso siempre es la misma: dieta y seguimiento- si esto no funciona la cirugía puede ayudar muchísimo pero no es una barita mágica.
Un paciente perderá peso siempre y cuando sea capaz de interiorizar el proceso de cambio de hábitos alimenticios, lo que ocurre es que con la reducción de estómago ese proceso será mucho más sencillo y efectivo para el paciente. Por otro lado, el seguimiento por parte del equipo médico es también fundamental si se pretenden conseguir unos objetivos de pérdida y mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo. En este sentido, es necesario que el paciente se someta a un control médico multidisciplinar después de la intervención.
Dentro de este control médico una parte fundamental es el seguimiento dietético que enseñará al paciente a comer de un modo distinto así como el control por parte del endocrino que se encargará de vigilar aspectos como la diabetes o la hipertensión.
Asimismo, en aquellos casos en los que sea necesario, un psicólogo ayudará al paciente a asumir su pérdida de peso , el cambio en su imagen y su nuevo estilo de vida.
Resumiendo, ni las técnicas endoscópicas (sin cirugía) para reducir la capacidad del estómago pero tampoco las técnicas propias de cirugía de la obesidad (bypass gástrico, tubo gástrico, banda gástrica) son definitivas a menos que el paciente interiorice el cambio de hábitos necesario para perder peso y sea seguido durante un tiempo por un equipo de profesionales.
Un dato: Cerca del 30% de los operados de bypass gástrico vuelven a ganar peso dos años después de la operación mientras que a los 4 años el porcentaje de operados que presenta una ganancia de peso es de un 66%.(ver más)
Dependerá siempre de la técnica para el tratamiento quirúrgico de la obesidad que se elija. Sin embargo, cabe diferenciar entre:
- Reducciones de Estómago Sin Cirugía (mediante técnicas endoscópicas) como el Método POSE o el Método Apollo
- Reducciones de Estómago que implican una cirugía de la obesidad (Bypass Gástrico, Tubo Gástrico también conocido como Manga Gástrica, Banda Gástrica).
En el caso de las técnicas endoscópicas (sin cirugía) las complicaciones que pueden surgir son mínimas ya que se limitan prácticamente a los riesgos asociados con los medicamentos y los métodos utilizados en el procedimiento quirúrgico y el grado de intolerancia/malestar del paciente durante los primeros días.
- Una reducción de estómago siempre implica pasar por quirófano
Tal y como se menciona en el punto anterior, hoy en día no es necesario pasar por “quirófano” y someterse a una cirugía para tratar la obesidad. No sólo existen técnicas que permiten reducir la capacidad del estómago mediante endoscopia (Método POSE, Método Apollo) sino que existen nuevas opciones como el Bypass Gástrico Externo (también conocido como Método Aspire), un procedimiento basado en la extracción de parte de las calorías ingeridas.
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