Dormir poco y su relación con la obesidad

El dormir poco y la obesidad

La obesidad y el sobrepeso siguen su tendencia de aumento en España en los últimos años. Actualmente los hábitos alimenticios de la sociedad han cambiado, tendiendo cada vez más a sobrealimentarnos. Esto unido al sedentarismo cada vez mayor es una de las principales causas de este aumento imparable.

Pero la obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial en la que intervienen diferentes variables, que a pesar de que tienen una incidencia menor, también influyen en el desarrollo de la enfermedad (propensión genética, aspectos fisiológicos, etc,…). No obstante, la principal causa de la obesidad es el estilo de vida contemplándolo desde varias vertientes (alimentación,vida sedentaria, etc..)

 

En este sentido, diversas investigaciones apuntan que el dormir poco también influye en el aumento de peso y otros efectos metabólicos negativos.

 

Según un estudio publicado en Canadian Medical Assn. Journal se llevó a cabo una investigación con dos grupos de personas con obesidad que iniciaron una dieta de las mismas características. Adicionalmente las personas de uno de los dos grupos dormían una media de 8.5 horas al día mientras que el otro grupo sólo 5.5 horas. Después de dos semanas de estudio los voluntarios que dormían 8,5 horas al día habían perdido un 55% más de tejido adiposo que los participantes en el otro grupo.

 

dormir poco y su relación con la obesidadEn otra investigación publicada en Journal ofthe Academy of Nutrition and Diabetes , los investigadores concluyeron que las personas que dormían menos de 6 horas diarias durante más de cuatro noches consecutivas presentaron varios efectos negativos relacionados con la actividad física (mayor cansancio y por lo tanto menor actividad física), con la hormona del apetito, con la conducta alimentaria y con la pérdida de tejido graso.

 

Y es que los efectos de la falta de sueño afectan principalmente a dos hormonas - la gerlina y la leptina- que influyen en los hábitos alimenticios.

 

La gerlina es la responsable de enviar señales de hambre y la leptina controla el hecho de no necesitar más comida, es decir “avisa” al cuerpo de que ya no necesita ingerir más alimentos.

 

En la investigación realizada se demostró que el dormir poco influía en ambas hormonas haciendo aumentar los niveles de gerlina en un 28% y haciendo disminuir los de leptina en un 18%.

 

Por último también se demostró que las personas que descansan menos horas tienen una menor actividad física durante el día siguiente, ya que obviamente se encuentran cansados y con menos energías- lo que además de impulsarles a llevar una vida más sedentaria, puede causar pérdida de masa muscular y aumento de grasa.

 

En resumen, dado que la obesidad es un problema multifactorial hay que tratarla como tal y a veces no sólo basta con llevar a cabo un cambio de hábitos alimenticios- para el que a menudo será necesario un soporte adicional que ayude a ello con tratamientos como el Balón Intragástrico o el Método POSE-, sino también modificar otros aspectos del estilo de vida como el incluir el hacer algo de ejercicio y – como indican los estudios- dormir las horas necesarias para que nuestro organismo funcione mejor.

 

 

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